Fuente: ILM (Industrial Light & Magic) |
La tecnología de-aging es una de las aplicaciones de la IA que más se está instalando en la industria cinematográfica, que consiste en rejuvenecer digitalmente a los actores. Se lleva utilizando desde hace unos años con mayor o menor fortuna en películas como Géminis, El irlandés, o Rogue One, por citar algunos ejemplos, pero hay unas cuantas más.
El de-aging viene del deepfake que a su vez viene del deep learning, es decir que consiste, básicamente, en que el ordenador aprenda a través de la información que se le aporta, que en este caso serían imágenes del actor mayor cuando era joven la procesa mediante un complicado programa de procesamiento y nos da una respuesta, que en este caso, es una imagen rejuvenecida del actor en cuestión.
En Indiana Jones y el dial del destino, tenemos a Harrison Ford con 80 años, pero el inicio de la película es una trepidante secuencia que tiene lugar durante la II Guerra Mundial. El resultado de rejuvenecer a Harrison Ford es realmente sorprendente. Aunque también tiene sus detractores, el caso es que es el mejor resultado de esta técnica hasta la fecha. Obviamente, con el avance vertiginoso que está teniendo la IA, está claro que con la última tecnología, el resultado debe ser mejor que los anteriores. Sin embargo, la cosas complejas de la vida no se suelen resolver con un solo factor, sino que suelen ser producto de una combinación de factores. Por eso, además del avance de la propia tecnología, creo que se podrían nombrar otros dos factores que han podido influir en el fantástico resultado.
Por un lado, el fondo de archivo. En los casos anteriores, se usaban fotos de los actores en el pasado, en otras películas, encarnando a otros personajes. En el caso de Indiana Jones, es el propio Harrison Ford quien lo interpretó a la edad a la que se le quiere rejuvenecer en la presente película. Es decir, que no solo son imágenes de él hace 40 años, sino que además, son imágenes de él hace 40 años encarnando al mismo personaje, por lo que los gestos, la interpretación, es más ajustada que cuando se trata de fotos en la piel de otros personajes.
Por otra parte, la oscuridad como aliado. Dice el refrán que por la noche todos los gatos son pardos. Rodar escenas de noche tiene la ventaja de que la imagen tiene menos detalle, hay menos luz, se ve menos, por lo que es muy interesante para disimular carencias, defectos o cualquier aspecto que se quiera disimular en una toma. La escena de Indiana rejuvenecido tiene lugar de noche, por lo que también eso puede contribuir en cierta medida al buen resultado.
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