Yo capitán es una película italiana de Matteo Garrone, el aclamado director de Gomorra, que trata sobre el peligroso viaje que emprenden dos jóvenes senegaleses para ir en busca de un futuro mejor a Europa. Para ello, salen de Dakar, en Senegal, cruzando el desierto con destino a Libia, desde donde cogerán un barco que les lleve a Sicilia. Todos los tramos del viaje están en manos de mafias que no dudan en estafar, torturar, extorsionar o incluso vender como esclavos a los emigrantes que, desde diferentes puntos de África, se juegan la vida lanzándose a un viaje con el que anhelan encontrar una vida mejor en el continente europeo.
Garrone cuenta sin tapujos las situaciones brutales a las que se enfrentan quienes deciden dar el paso de salir de su país, y lo hace a través de los ojos de dos ingenuos adolescentes que descubren la cruda realidad en ese viaje, y eso que sus condiciones de vida no son precisamente fáciles, pero aun así, emprenden la odisea con una inocencia que se irá perdiendo brutalmente a medida que avanzan en su dantesca aventura. Esa visión ingenua de las cosas, hace que el director nos muestre los horrores propios del inframundo de las mafias que están detrás de las crisis migratorias, sin regodearse en lo sórdido ni tampoco tratando de edulcorarlo ni de juzgar a nadie. Nos acerca a la realidad de una manera tan natural, que la película rezuma autenticidad y eso hace que cale hondo en el espectador. Ni carga las tintas ni trata de justificar nada, sencillamente, los hechos son los que son, y la verdad es que son tremendos.
El protagonista, Seydou, interpretado con gran carisma por el actor Seydou Sarr, realiza también un viaje interior hacia la madurez, destacando su sentido de la responsabilidad, especialmente cuando se trata de las vidas de los demás. Yo capitán, por tanto, habla de muchos temas. En primer lugar, el tema central de la película es claramente el de las crisis migratorias, pero a través de la exposición que hace del mismo, salen otros temas de interés humanístico como la madurez, la responsabilidad, el hacer lo correcto ante la adversidad, por muy dura que esta sea. Y aparte de eso, la película, técnicamente, goza de unas localizaciones y unos encuadres fascinantes. Especialmente en el desierto, nos ofrece imágenes totalmente hipnóticas. Y en la parte final, en el barco, la intensidad dramática sube considerablemente y también ofrece imágenes poderosas, sobre todo, por la noche.
Yo capitán ha estado nominada a los Globos de Oro como mejor película extranjera, que finalmente ganó la francesa Anatomía de una caída, y es candidata al Óscar a mejor película de habla no inglesa en representación de Italia. El próximo 23 de enero se darán a conocer las nominaciones a los Premios de la Academia de Hollywood., ya veremos lo que opinan sus miembros. Por mi parte, creo que Yo capitán es una firme candidata a ser nominada al Óscar, e incluso a ganarlo.
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