En la segunda mitad de los años 80 empezaron a aparecer en los salones de máquinas recreativas los simuladores, en los que ya no se tenían los mandos estándar de todas las máquinas, sino que el mueble de la máquina estaba adaptado al juego, como por ejemplo, el After Burner, de combates aéreos, en el que el mando era el de un F14, o el Operation Wolf, en el que se disparaba con una metralleta, y otro también muy popular fue el Out Run, un videojuego en el que se conduce un Ferrari Testarossa por diferentes carreteras con distintos niveles de dificultad.
Se ha anunciado estos días la puesta en marcha de un proyecto para llevar Out Run al cine bajo la dirección de Michael Bay, lo cual me parece muy interesante, sobre todo si le da el tono frívolo, «cool», desenfadado, propio de sus primeras películas en los 90, como Dos policías rebeldes, La Roca o Armaggedon. Tiene otras películas en las que ha querido poner un tono quizá más dramático, como Dolor y dinero o Ambulance, que le quedaron bien, pero creo que la adaptación de este videojuego requiere ese aire noventero de sus primeras películas. Ya veremos en qué queda todo, pero la verdad es en principio la cosa pinta bien.
También está en el proyecto la actriz Sydney Sweeney, conocida por títulos como Madame Web o Érase una vez en Hollywood, que en principio está en tareas de producción ejecutiva y posiblemente vaya a ser la protagonista de la película, pero ya veremos cómo queda finalmente el reparto.
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