Este pasado fin de semana se desató la polémica en Twitter por las declaraciones de Alan Moore, creador de cómics tan reconocidos como Watchmen o V de vendetta, en relación a cómo el cine de superhéroes ha arruinado la cultura. Muchos le han criticado por hablar así sin haber visto las películas y otros han dicho que un profesional del cómic como él, algo de criterio tendrá para dar sus opiniones en este campo. Yo también quería decir algo sobre ello, pero necesitaba más extensión que la que permite un tweet, así que he escrito este post para pronunciarme al respecto.
No creo que el cine de superhéroes en sí mismo haya arruinado la cultura, pero sí creo que el hecho de que los ejecutivos de los grandes estudios hayan apostado por ello como filón principal para las grandes producciones, sí lo está haciendo, porque están dejando a las primeras décadas del siglo XXI, huérfanas de iconos cinematográficos propios. Los superhéroes, tanto de Marvel como de DC, se están convirtiendo en la imagen más destacable del cine del nuevo milenio, pero no debemos olvidar que no son personajes propios de este milenio, sino que llevan más de 50 años en el imaginario colectivo, en la cultura popular, a través de los cómics. No son personajes nuevos, sino personajes de siempre adaptados al entorno cinematográfico y a la actualidad.
Otros iconos representativos del nuevo milenio como Harry Potter, Crepúsculo o El señor de los anillos también tienen su base en la literatura. No es nada nuevo, ya que en las décadas de los 70, 80 y 90 también ha habido personajes y universos que han trascendido a su fuente original haciéndose un hueco muy destacable con personalidad propia en la historia del cine, como El Padrino, Tiburón, Conan el bárbaro, E.T, Indiana Jones, Rambo o Parque Jurásico, pero en estas décadas también surgían grandes personajes y universos nuevos a partir de guiones originales de cine, como Harry el sucio, Rocky, Mad Max, Terminator, Robocop o Matrix, y esto es lo que se echa en falta en estas dos décadas que llevamos del siglo XXI. Alguno hay, como Gladiator o John Wick, pero en comparación con décadas anteriores, la cosa está un poco floja, la verdad.
Por eso creo que el cine de superhéroes está muy bien, porque además es algo que se persiguió siempre pero hasta la revolución digital de los efectos visuales, los intentos de adaptación al cine fueron algo infructuosos, pero debería haber también algo de riesgo en otras producciones que den la oportunidad de descubrir creaciones nuevas, que no hayan estado antes en la mente colectiva bajo otros formatos. Personalmente estuve siguiendo un tiempo la evolución de los universos de Marvel y DC pero acabé saturado de tanta película de superhéroes y he perdido el interés. Es más, creo que las más interesantes son aquellas que se han hecho antes del megaproyecto de Marvel y que hicieron directores con estilo propio, como los Batman de Tim Burton y Chris Nolan, los Spiderman de Sam Raimi o el Hulk de Ang Lee. Me gustó mucho Iron Man, la primera de Marvel Studios para crear su universo, pero la prefiero como película única a como pieza inaugural de lo que se ha creado desde entonces.
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