Nacido en Nueva York, pero criado en Australia, Mel Gibson dio sus primeros pasos en el cine en tierras australianas y saltó a Hollywood de la mano del director George Miller en la película Mad Max, un filme de bajo presupuesto que se ha convertido en padigma del cine de ciencia ficción de futuro postapocalíptico y todo un icono cinematográfico indiscutible. Su violencia y las escenas de persecuciones causaron gran impacto y Mad Max se convirtió en un enorme éxito internacional, conociendo dos secuelas durante los años 80, y otra más tardía, Mad Max:Furia en la carretera, ya sin Mel Gibson, que recibió varios premios Óscar y ha conectado muy bien con las nuevas generaciones por su estética visual, pero Max sin Gibson no es lo mismo, a pesar del buen hacer de Tom Hardy. El personaje de Max Rockatansky, el policía caído en desgracia al perder a su familia a manos de una banda de criminales y se convierte así en un solitario errante de los páramos desolados, es ya un personaje mítico de la historia del cine.
Años después, ya integrado en el engranaje comercial del cine en Hollywood, llegaría el segundo personaje icónico de Mel, el sargento Martin Riggs, coprotagonista de Arma letal, junto a Danny Glover, «thriller» de acción paradigmático de las conocidas como «buddy movies» o películas de colegas. El éxito de esta película conocería tres secuelas. Así pues, tanto la saga Mad Max como la de Arma letal, constan de cuatro películas cada una y en ambos casos, los cuatro filmes fueron dirigidos por el mismo director. En la saga de Mad Max es de George Miller, cuya primera parte fue su ópera prima, y Arma letal es de Richard Donner, el cual, cuando dirigió la primera, ya era un avezado director con varios éxitos comerciales en su filmografía como Superman, La profecía o Los Goonies, por ejemplo.
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