A primeros de año escribí sobre los inicios de varias sagas que comenzaron en 1984 y que por tanto se cumple este año su trigésimo aniversario. Si nos vamos 30 años más hacia atrás en el tiempo llegamos a 1954, y curiosamente también fue un año lleno de títulos interesantes que han dejado huella en la historia del cine.
Un año de clásicos internacionales en blanco y negro: desde Japón Los 7 samuráis, el film de Kurosawa que propiciaría 6 años más tarde otro clásico del cine en su versión hollywoodense adaptada al salvaje Oeste con Los 7 magníficos (1960). En Italia Fellini estrenaba La Strada, y en Estados Unidos Elia Kazan La ley del silencio, protagonizada por Marlon Brando, Karl Malden y Eva Marie Saint, la inolvidable Eva Kendall de Con la muerte en los talones (1958).
Y hablando de Alfred Hitchcock, el mago del suspense estrenaba dos títulos relevantes de su filmografía hace 60 años: Crimen perfecto y La ventana indiscreta, ambas películas con Grace Kelly como protagonista femenina.
1954 fue el año del debut de Sara Montiel en Hollywood con el film Veracruz, de Robert Aldrich, acompañada en la pantalla por Gary Cooper y Burt Lancaster. Un extraordinario western ambientado en plena revolución juarista en Mexico a través de las peripecias de pistoleros estadounidenses que se metían en el conflicto como mercenarios prestando su servicio al bando que mejor pagase. Burt Lancaster estrenaba ese mismo año Apache y Su majestad de los mares del Sur, un clásico de aventuras marinas.
Aunque para odiseas en el mar ese año dio la campanada Walt Disney con 20000 leguas de viaje submarino, adaptación de la célebre novela homónima de Julio Verne. James Mason encarnaba al enigmático capitán Nemo, compartiendo protagonismo con Peter Lorre y Kirk Douglas. Este último también se dejó ver en la cartelera y en ambiente marino ese año con la producción italiana Ulises, de Mario Camerini, secundado por Silvana Mangano y Anthony Quinn.
Hablando de barcos también entra en este aniversario El motín del Caine, de Edward Dmytryk, título emblemático de la filmografía de Humphey Bogart, que también estrenaría la comedia Sabrina, de Billy Wilder, junto a Audrey Hepburn y William Holden, y La condesa descalza, coprotagonizada por Ava Gardner.
Y para terminar el curioso caso de dos producciones de aventuras estrenadas el mismo año con cierto paralelismo argumental: Cuando ruge la marabunta y La senda de los elefantes. En ambos casos se trata de un terrateniente con una plantación en un país tropical, que se casa y su mujer debe adaptarse al nuevo mundo agreste y solitario en que vive su marido. Todo ello en los albores de que la hostilidad de la naturaleza amenace con destruir la plantación.
En el primer caso la plantación es de cacao en Sudamérica y la amenaza de la naturaleza es la marabunta, una cantidad ingente de hormigas migratorias que avanzan en masa arrasando todo lo que encuentran a su paso. Protagonizan Charlton Heston y Eleanor Parker. En la segunda película se trata de una plantación de té en Ceilán, actualmente Sri Lanka, que se ve amenazada por una estampida de elefantes enloquecidos por la sequía. El terrateniente y su mujer son encarnados por Peter Finch y Elisabeth Taylor respectivamente.
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