La lucha por la vida

Edward Zwick, director de Diamante de sangre, nos presenta su última película Resistencia (Defiance, 2008), basada en la historia real de los hermanos Bielski. Con la ocupación alemana de Bielorrusia en 1941, el matrimonio Bielski es asesinado y sus cuatro hijos se esconden en los bosques donde pasaron su infancia y que conocen como la palma de su mano. Pronto muchos judíos que huyen de la persecución nazi son acogidos por los hermanos y acaban formando una comunidad de refugiados en el bosque. El hermano mayor se alza como líder del grupo y les da un halo de esperanza para sobrevivir, para vivir como seres humanos libres. Lo que comenzó con un sentimiento de venganza por el asesinato de sus padres se acaba convirtiendo en una lucha por proteger a los inocentes y salvar vidas. En medio del caos y el límite de lo soportable se abre un camino hacia la humanización basándose en la Fe, la esperanza y la libertad.

El líder de grupo, Tuvia Bielski, interpretado con convicción por el nuevo 007 Daniel Craig, se perfila como un cruce entre Moisés y Robin Hood, algo que así dicho puede parecer surrelista pero que en la película funciona perfectamente y curiosamente las referencias a ambos ejemplos son manifiestas. El segundo hermano lo interpreta el siempre interesante Liev Schreiber, encarnando un personaje carismático más expeditivo y más visceral que choca con el estilo más diplomático de su hermano mayor. Jamie Bell y George MacKay interpretan a los hermanos pequeños con gran convicción. Entre los personajes femeninos que forman la comunidad cabe destacar a la actriz Alexa Davalos, que se va haciendo notar poco a poco a medida que su personaje va ganando protagonismo en la historia. Su presencia en la pantalla va proporcional a la importancia del personaje en cada momento de la narración.

El director Edward Zwick es muy dado las historias con tintes épicos en las que los personajes tienen fuertes lazos familiares, como es el caso de Leyendas de pasión (Legends of the fall, 1994) con una saga familiar de tres hermanos, un padre autoritario y una mujer que entra en sus vidas como la prometida de uno de los hermanos, o El último samurai (The last samurai, 2003) en la que un desarraigado oficial americano descubre las tradiciones familiares japonesas y el código de honor de los samurais, o incluso la antes nombrada Diamante de sangre (Blood diamond, 2006) en la que un padre no se resigna a perder a su hijo metido a niño soldado y lo busca desesperadamente en la convulsa Sierra Leona.

Resistencia es, en definitiva, una película muy entretenida, adecuada tanto para aquel que busque pasar un buen rato como para aquellos que busquen algo trascendente más allá del entretenimiento. Una película con acción, drama y mucho trasfondo, con buen ritmo, una fotografía muy adecuada en tonos fríos y una partitura musical de James Newton Howard que le va como anillo al dedo.