El mundo de la traducción literaria de best sellers en clave de thriller
Si hace unos días hablábamos de una parte del mundo literario poco tratado en el cine, como las agencias de representantes, con Sueños de una escritora en Nueva York, este año se ha estrenado en España otra película, esta vez francesa, sobre otro interesante aspecto del universo de las letras, que es el de las traducciones a otros idiomas de las obras más vendidas. Los traductores, de Régis Roinsard, es un «thriller» que cuenta la historia de un editor obsesionado con la seguridad, que encierra a nueve traductores de distintas nacionalidades en un búnker, completamente aislados del mundo, durante dos meses para realizar las correspondientes traducciones de un nuevo best seller de cara a hacer un gran lanzamiento internacional de la obra. En cuanto comienzan a trabajar, el editor empieza a recibir mensajes de extorsión en los que le exigen una ingente suma de dinero a cambio de no filtrar parte de la obra antes de su publicación, y como reza el eslogan del cartel de la película, todos son sospechosos.
Su planteamiento inicial va en la línea de las historias de Agatha Christie, con una serie de personajes totalmente distintos entre sí que confluyen en un mismo lugar y cuando ocurre algo insólito, todos e perfilan como posibles culpables, lo cual ya despierta el interés en el espectador para ver qué pasa. En la segunda mitad de la película, comienzan los giros de guion con los que nada es lo que parece y el espectador va de sorpresa en sorpresa enganchándose cada vez más a la trama que va entrando en una vertiginosa espiral de acontecimientos inesperados.
La película goza además de un gran reparto internacional encabezado por el francés Lambert Wilson, actor muy versátil al que podemos ver tanto en potentes dramas como De dioses y de hombres, como en comedias ligeras de verano como Barbacoa con amigos, y también compaginando el cine europeo con grandes producciones de Hollywood, como Catwoman o las secuelas de Matrix. Le secundan caras conocidas, como la otrora chica Bond de Quantum of Solace, Olga Kurylenko, y el español Eduardo Noriega, con un registro distinto al que solemos verlo.
Los traductores es sofisticada, vertiginosa, entretenida, sorprendente, un juego de intriga muy bien llevado por su director, con garra y con buen pulso narrativo, que atrapa la atención del espectador y no deja indiferente.
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