En estas fechas me gustaría recuperar una película que vi hace unos meses. Se trata de El hombre que hacía milagros (The miracle maker), una coproducción del año 2000 entre Reino Unido y Rusia, en la que también andaba metida por medio Icon Entertainment, la productora de Mel Gibson. Es la historia de la Pasión de Cristo en versión de animación con figuras de arcilla movidas fotograma a fotograma. Se combina con escenas oníricas que son recreadas con dibujos animados, también en técnica tradicional stop motion.
El resultado es muy interesante. Es como ver un Belén animado. Goza de buen ritmo, una adecuada partitura musical y un tono fresco, amenizado por golpes de humor, que la hace muy agradable de ver. La imagen que dan de Jesús es muy campechana, muy de colega con sus seguidores. En la versión original tiene voces de actores muy conocidos, como Ralph Fiennes, Julie Christie, Miranda Richardson, Alfred Molina o William Hurt.
El resultado final es impresionante a nivel técnico. Tiene momentos en los que las figuras parecen personas reales. Emocionalmente ofrece momentos muy logrados, aunque rebajan la intensidad dramática globalmente, posiblemente para que pueda ser disfrutada por todos los públicos. Y conceptualmente tiene su punto de interés por las diferentes raíces culturales de sus artífices. Muy recomendable el visionado de esta cinta, especialmente en Semana Santa.
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