El spagetti-western ha tenido gran influencia en el cine de Tarantino, así como el cine asiático de artes marciales, el blackxplotation y otras modas de los años 70. Ya en Malditos bastardos se aprecia la escena inicial con una planificación y música propias de Hasta que llegó su hora, pero con look de II Guerra Mundial en vez de Far West. El caso es que ahora se mete de lleno en el género con Django desencadenado, la historia de un esclavo negro en el sur de Estados Unidos antes de la guerra de Secesión, que tras ser brutalmente separado de su mujer, no piensa en otra cosa más que escapar para ir en busca de su amada. El destino hace que se cruce en su camino un cazarrecompensas de origen alemán que requiere su ayuda para localizar a unos peligrosos criminales. Así entre Django y el germano se establece una alianza comercial que acabará derivando en amistad.
El film posee todos los ingredientes tarantinianos: sangre a espuertas, situaciones y diálogos políticamente incorrectos, música muy selecta, homenajes al background cinéfilo de su autor, humor negro y un mágico equilibrio entre lo grotesco y lo artístico. Christoph Waltz, la gran revelación de Malditos bastardos, repite con Tarantino, en otro personaje cínico y escéptico, pero que en esta ocasión también tiene conciencia. Nuevamente está excepcional, incluso haciéndole sombra a su compañero de reparto y auténtico protagonista Jammie Foxx, que interpreta a Django. No obstante Foxx hace un notable y esforzado trabajo bajo la batuta de Tarantino. Y el que realmente resulta sorprendente es Leonardo Di Caprio, por lo bien que ha encajado en el universo tarantiniano. Asimismo encontramos a un envejecido Samuel L. Jackson, que ya había trabajado con Quentin en Pulp Fiction y Jackie Brown. Como es habitual, a este director le gusta rescatar a viejas glorias caídas en el olvido, y en esta ocasión a contado, en papeles muy secundarios, con la presencia de Franco Nero y Don Johnson.
Además de temas musicales originales para la película, alguno del propio Jamie Foxx, se ha recurrido a otros temas de conocidos westerns como Dos mulas y una mujer ó Le llamaban Trinidad.
Un detalle que me parece interesante, y que quizá responda a un proceso de maduración de su autor, es que los personajes de esta película tienen mayor calado psicológico de lo habitual. Las películas de Tarantino están llenas de atrocidades llevadas al límite que las hace digeribles para el espectador banalizando la realidad con humor negro. Sin embargo los protagonistas normalmente pasan por esas situaciones sin más, como si eso fuese lo más normal del mundo. En este caso sin embargo ha incluido un componente emocional a los personajes que los hace sensibles a determinadas situaciones y les hace plantearse dilemas morales.
En definitiva estamos ante uno de los films más redondos de la filmografía de Tarantino. Tiene un sólido guión, los recursos estilísticos propios de su autor y unos personajes con más trasfondo que los de títulos precedentes.
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1 comentario:
Una decepción 'Django', no me esperaba un clásico pero sí una película más divertida. Apenas aparecen esos diálogos crujientes marca de la casa, y como siempre, qué pena que sus pelis estén tan vacías. ¿Cuándo encontrará messieur Tarantino algo para lo que tan bien sabe hacer: contar? Un saludo!
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