Un investigador a la antigua usanza

Christopher McQuarrie, guionista de Sospechosos habituales y Valkiria, entre otras, debutó como director en el año 2000 con Secuestro infernal. Ahora estrena su segundo film Jack Reacher, con Tom Cruise en labores de protagonista y productor. La trama arranca cuando un francotirador de élite es detenido por el asesinato de cinco personas. Durante el interrogatorio guarda silencio y lo único que transmite a las autoridades es que busquen a Jack Reacher, que resulta ser un ex-policía militar reconvertido en escurridizo investigador privado.

La película es la adaptación al cine de las andanzas del personaje literario creado por el escritor británico Lee Child. El tono que McQuarrie le confiere al film recuerda al cine negro de finales de los años 60 y principios de los 70, tipo Harper, investigador privado, de 1966, Bullit, de 1968, ó incluso Harry el sucio, de 1971. Ese estilo retro lo consigue el director con el adecuado uso de la fotografía y el tempo narrativo, un ritmo algo ralentizado para los tiempos que corren, más cercano al suspense de hace cuatro décadas. Sin embargo la intriga se mantiene, aunque algunas cosas resulten algo previsibles, y el desarrollo de la trama evoluciona de forma constante, sin pausa pero sin prisa. El trazado del personaje principal también contribuye a que la cinta evoque otra época, ya que se trata de un tipo bastante "analógico". Aparece y desaparece a voluntad. No tiene propiedades ni identidad en internet. Un detective que no posee armas, ni coche, ni artilugios tecnológicos para sus investigaciones. Su instinto basado en su experiencia y una gran destreza para las peleas cuerpo a cuerpo son sus principales herramientas de trabajo. Por eso sus métodos resultan a la antigua usanza: observar, husmear, preguntar, deducir, prescindiendo de las tecnologías actuales.

Tom Cruise da vida a este peculiar personaje con gran convicción y está secundado por Rosamunde Pike, la otrora chica Bond de Muere otro día, y por el veterano Robert Duvall, con quien ya había trabajado en Días de trueno. En el bando de los malos destaca la inquietante presencia del veterano y habitual director alemán Werner Herzog, y un debutante Jai Courtney, curtido en series de televisión y que volveremos a ver en la gran pantalla el próximo mes de febrero haciendo de hijo de Bruce Willis en la quinta entrega de La jungla de cristal.

La intriga y la investigación predominan sobre la acción. No obstante tiene sus adecuadas dosis de tiros, peleas y una persecución de coches estupendamente rodada. Unos diálogos pulidos por encima de la media en este tipo de películas le hacen subir puntos al conjunto del film.

En definitiva, un buen thriller bien rodado, bien interpretado, que entretiene y evoca la forma de hacer cine negro en los años 60 y 70.

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Jack Reacher

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