
Divertida, vibrante o entrañable, son sólo algunos de los muchos adjetivos con los que se podría calificar la nueva joya cinematográfica de la factoría Pixar.
Up (Pete Docter y Bob Peterson, 2009) cuenta la historia de Carl Friedricksen, un vendedor de globos viudo que vive aferrado a su casa con sus recuerdos. Una constructora quiere deshauciarlo para realizar un plan urbanístico de gran envergadura en la zona, así que para evitarlo decide inflar un montón de globos que puedan elevar su casa por los aires y así emprender el viaje que siempre soñó hacer junto a su difunta mujer y que nunca llegaron a culminar.
El trazado de personajes a través de la
dinámica afectiva en la pareja, como ya ocurría el año pasado con
Wall-E, genera los momentos más emotivos del film. Por otra parte el contraste de caracteres entre un joven y entusiasta explorador y el veterano viudo sumido en la melacolía, hace que entre los dos personajes haya mucha energía y que ambos evolucionen positivamente, uno hacia la madurez y que el otro hacia una segunda juventud. Esta relación recuerda en cierto modo a la de Clint Eatwood con su vecino asiático en
Gran Torino.
Técnicamente es impecable, como cabría esperar de sus artífices, tanto en animación 3D como en ritmo de montaje y manejo del tempo narrativo. Es una película muy bien dosificada en cuanto a combinar los momentos de humor, acción y drama, y no adolece de exceso con ninguno de ellos, lo cual la hace muy equilibrada.
Cinematográficamente recupera el espíritu de los clásicos de aventuras, cuando viajar a lugares exóticos tenía algo de mágico, y en el que una situación particular puede vivirse como una gran experiencia, algo que hoy en día parece haberse perdido en aras de un cine excesivamente efectista de frialdad mecanicista, en el que parece que la única premisa válida para justificar un poco de adrenalina es verse en la tesitura de tener que salvar el mundo. Por tanto
Up aboga por recuperar la ilusión, los sueños perdidos y la valoración de los pequeños detalles que hacen que la vida pueda ser una gran aventura.