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| Marvel Comics |
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| DC Comics |
Siempre me han gustado las películas de superhéroes y siempre las he esperado con entusiasmo, pero ya no, desde 2016. ¿Y por qué? Antes, las adaptaciones de los cómics eran un acontecimiento, pero ahora se han convertido en rutina. Hay demasiadas películas de superhéroes al año desde hace ya muchos años, y la verdad es que como cinéfilo, me gusta ver más variedad de cine.
Superman (1978), Batman (1989), X-Men (2000), Spiderman (2002), Batman begins (2005), Iron Man (2008), y sus respectivas secuelas, fueron películas que me interesaron de verdad y las esperaba con grandes expectativas. Bueno, en realidad, Superman no la vi en el cine, me pilló muy pequeño, pero Superman III, sí, y luego vi las dos primeras en la tele.
Podría ocurrir que dejaran de interesarme por la edad, pero en realidad ha sido por saturación. Sigo viendo alguna de vez en cuando. Me gustó mucho La viuda negra, por ejemplo, que es de 2021. Pero antes dije que dejaron de interesarme en 2016, y es que la última que recuerdo ir a ver siguiendo la agenda de estrenos y con gran expectación, fue Capitán América: Civil war. Con esta película se suma otro factor a mi pérdida de interés, aparte de la saturación de mercado, y es la pérdida de identidad. Me explico.
La primera fase del MCU me pareció un proyecto cinematográfico fascinante. Son seis películas de diferentes personajes, tratadas por diferentes directores con estilo propio y diferenciador cada una de ellas, que desde un principio van encaminadas a converger en un proyecto común: Los Vengadores. A partir de ahí, en las sucesivas fases del expansión de MCU, que ya van seis, se jalonan de secuelas de estas primeras películas y de nuevos personajes que se van sumando, unos con su propia película y otros directamente a Los Vengadores. La cuestión es que al final, esa personalidad propia de cada personaje se va diluyendo, de manera que todo se convierte en un montón de películas de acción espectacular con escenas que podrían ser intercambiables entre los distintos títulos.
Y es que Civil war la vendieron como la tercera parte de Capitán América, pero trata sobre una división entre Los Vengadores, así que, ¿por qué no la vendieron como secuela de Los Vengadores? Y lo mismo ha pasado con el universo de DC Comics, aunque salvo los Batman de Tim Burton y de Christopher Nolan y las clásicas de Superman, tampoco me han entusiasmado demasiado. Admito que soy más de Marvel, en general, y de Iron Man en particular, y los Spiderman de Sam Raimi.
En fin, esa pérdida de identidad de cada saga unido a la saturación de la cartelera año tras año con este tipo de películas, me ha hecho perder el interés que tenía cuando la llegada de una nueva película de superhéroes era todo un acontecimiento y no una más de tantas. ¿A alguien más le ha pasado algo parecido?
