El binomio ganador de Steven Spielberg

 10 estatuillas en una noche.

Este año vuelve a estar nominado al Óscar a mejor director el gran Steven Spielberg por West side story. Es la octava nominación en esta categoría en la que ha ganado en dos ocasiones: por La lista de Schindler (1993) y por Salvar al soldado Ryan (1998). Las otras nominaciones fueron por Encuentros en la 3ª fase (1977), En busca del arca perdida (1981), E.T. El extraterrestre (1982), Munich (2005), y Lincoln (2012). O sea, que desde los años 70 ha estado nominado a mejor director en todas las décadas, seis décadas concretamente.

Con motivo de su nueva nominación, quisiera rescatar del recuerdo la primera vez que ganó la codiciada estatuilla a mejor director. Aquella noche podría calificarse de histórica y difícilmente repetible por varios motivos. En primer lugar, dos películas dirigidas por él fueron premiadas esa noche: La lista de Schindler, con siete galardones, y Parque Jurásico con tres. Por lo tanto, en su labor como director, consiguió que sus películas ganaran diez estatuillas.

En segundo lugar, no se trataba de dos películas cualquiera, sino de dos títulos que se han convertido en referentes en la historia del cine. Muchas películas que ganan en los Óscar acaban siendo olvidadas con el paso del tiempo, pero estos dos títulos de Spielberg, siendo totalmente diferentes entre sí, han hecho historia. La lista de Schindler abrió el filón de dar visibilidad al holocausto judío, de manera que se han realizado innumerables películas sobre este tema, algunas de bastante renombre como La vida es bella (1997) o El pianista (2002), por ejemplo, pero manteniéndose siempre el filme de Spielberg como un gran referente. Por otra parte, Parque Jurásico no solo arrasó las taquillas internacionales dejando boquiabierto a todo el mundo con sus efectos visuales y poniendo de moda a los dinosaurios desatando una verdadera dinomanía, sino que además, supuso un punto de inflexión en la industria en el uso del ordenador en el campo de los efectos especiales. El primer paso lo había dado Terminator 2  dos años antes con unas sorprendentes transformaciones de metal realizadas por ordenador, pero el recrear seres vivos totalmente digitales en Parque Jurásico, ya fue el paso definitivo.

Y por último, creo que este binomio ganador, por tratarse de dos películas tan dispares en el mismo año de la mano de un mismo director, son una metáfora excelente de lo que es el cine, de lo variado que puede ser el cine. Drama, historia, aventuras, tragedia ciencia ficción, blanco y negro, color, lo tradicional y lo vanguardista, lo artesanal y lo tecnológico, lo comercial y lo comprometido, todo tiene cabida en el séptimo arte y todo forma parte del mismo. Y aunque sean todos elementos tan diferentes, tienen un denominador común: la emoción.