A finales de los años 50, en plena Guerra Fría con la construcción del Muro en Berlín y la paranoia anti soviética en la sociedad estadounidense, un abogado de seguros norteamericano recibe el encargo de defender a un espía ruso que ha sido detenido por el FBI. Más tarde es designado para negociar el canje de este espía por un preso americano que ha caído en manos de los rusos.
Basada en hechos reales, El puente de los espías nos trae a Steven Spielberg y a Tom Hanks colaborando nuevamente y dando lo mejor de sí mismos. El film goza de un ritmo narrativo constante que sin estridencias ni juegos malabares mantiene el interés en todo momento, soportado por agudos diálogos, golpes de humor eficaces y bien dosificados, magníficos intérpretes, espléndida fotografía a cargo de Janusz Kaminski, y adecuada banda sonora de Thomas Newman, la primera vez que Spielberg prescinde de su inseparable John Williams. Newman cuenta en su haber con un interesante curriculum. Suyas son las partituras de las dos últimas de 007, Skyfall y Spectre, así como Al encuentro de Mr. Banks, Wall-E, o La Dama de Hierro, por citar algunos ejemplos.
Hanks está estupendo, pero desde luego si hay alguien que sorprende y destaca en el elenco, es Mark Rylance en el papel del espía ruso detenido. Veo muy factible que pudiera llevarse el Oscar a mejor Actor Secundario.
La trama versa sobre las intrigas de espías, los intereses de unos y de otros, las negociaciones, las desconfianzas, pero realmente la película trasciende más allá de la mera historia, gracias a la autenticidad que rezuman unos personajes de gran hondura dramática. Así pues el abogado protagonista se perfila como un hombre íntegro, recto, firme, que está dispuesto a ir contra viento y marea por defender lo que él considera justo sin atenerse a intereses políticos o sociales. Le importan las personas por encima de ideologías y nacionalidades. Hombre de férreas convicciones que no se amilana ante nadie a la hora de defenderlas. Así mismo la relación que entabla con su defendido es muy interesante desde un punto de vista antropológico.
Spielberg da una de cal y otra de arena. Si el personaje de Tom Hanks encarna a un americano portador de grandes cualidades humanas, también nos muestra la otra cara de la moneda en la piel de un agente de la CIA. Además hace un retrato nada complaciente de la sociedad americana de la época. El miedo hace cobarde a la gente y la vuelve irracional. Esa mediocridad del ciudadano medio americano en un ambiente social emponzoñado por prejuicios sin fundamento, se muestra sin tapujos.
Hace unos meses escribí un artículo a propósito del rodaje de esta película. Se antojaba apetecible y la verdad es que no ha defraudado. Spielberg vuelve a demostrar su maestría tras las cámaras con una historia real, en un momento histórico de gran relevancia, como es el levantamiento del Muro de Berlín, y lo hace con personajes de calado, con una espléndida dirección de actores así como con unos magníficos encuadres fruto de su virtuosismo y veteranía tras las cámaras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario