Tras el trágico desenlace de Skyfall, 007 recibe un mensaje póstumo de su antigua jefa M poniéndole tras la pista de una organización criminal llamada Spectre, encargo que cumple a espaldas del nuevo M que se encuentra enfrascado en una lucha burocrática frente a quienes quieren disolver el MI6 en favor de un nuevo servicio de inteligencia basado principalmente en la tecnología y prescindiendo de los agentes doble cero.
A Daniel Craig se le ve cada vez más suelto en su rol de James Bond, e incluso ha sabido darle el toque necesario en cada película para que en conjunto se vea una evolución coherente del personaje. Empezó siendo bastante tosco en Casino Royale y se ha ido refinando progresivamente en Quantum of Solace, Skyfall y la nueva que ahora nos ocupa, Spectre
Sam Mendes vuelve a dirigir y nos deleita con un plano-secuencia inicial en Mexico D.F. magistral. Eso para empezar, y después sigue con el mismo ritmo narrativo y estilo visual que estableció en Skyfall. Las secuencias de acción en general son vibrantes y espectaculares, especialmente el desenlace de la escena pre-créditos en México con un helicóptero, y la persecución en deportivos de alta gama por las calles de Roma. Además la potente partitura musical de Thomas Newman incrementa la intensidad de las imágenes orquestadas por Mendes.
Por otra parte la canción de los créditos iniciales, Writings on the wall, resulta algo floja. La música va muy acorde con la atmósfera de la saga, pero la voz de falsete de Sam Smith se antoja poco apropiada y falta de garra. La canción globalmente se ve descafeinada frente a la fuerza de Skyfall de Adele o la potencia de You know my name de Chris Cornell en Casino Royale.
El más mítico enemigo de Bond, el líder de Spectre, Ernst Stavro Blofeld, hace su aparición en el pellejo de Christoph Waltz, cuyo carisma concede la entidad necesaria al personaje a pesar de sus escasas apariciones en pantalla. La chica Bond principal en esta ocasión es Léa Seydoux, que ya probó el mundo de los espías sofisticados en Misión Imposible: Protocolo fantasma. Siempre hay al menos una segunda chica Bond, y en esta ocasión se ha contado con Monica Bellucci, que luce unas espléndidas cincuenta primaveras y se convierte así en la primera "mujer Bond", que no "chica Bond", como ella misma ha bromeado en alguna entrevista.
En el lado de los malos se ha vuelto contar con un matón silencioso pero letal y más duro que una roca, en la línea de los míticos Oddjob de Goldfinger y Tiburón de La espía que me amó y Moonraker. En este caso es un tal Mr. Hinx y está encarnado por Dave Bautista, conocido por su personaje Drax de Los guardianes de la galaxia.
El nuevo equipo formado por M, Q y Moneypenny, introducidos en Skyfall, cobran en la presente entrega más protagonismo y vuelven a estar interpretados respectivamente por Ralph Fiennes, Ben Whishaw y Naomi Harris.
Spectre engarza en la historia a las tres anteriores películas, formando así una tetralogía dentro de la saga Bond. Una obra sobre el legendario espía británico que arranca desde que obtiene su licencia doble cero para matar y evoluciona en un momento convulso mundialmente en que todo el sistema de espionaje tradicional está cambiando, pero como los clásicos nunca mueren, la evolución se produce hacia la recuperación de los mimbres sobre los que se ha gestado y desarrollado esta saga que se inició en 1962 con Dr. No, y que con esta entrega hace ya un total de 24 películas llenas de acción trepidante, que han deleitado a varias generaciones de espectadores haciéndolos vivir emocionantes aventuras en un mundo de lleno de conspiraciones, armas sofisticadas, lugares exóticos, chicas guapas y coches de lujo.
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