Un año más se han entregado los Oscar de Hollywood, y ya van 87. Este año se consolida el poder de los cineastas mexicanos en la meca del cine. Si bien el año pasado ganaba Alfonso Cuarón por Gravity, este año ha sido Alejandro González-Iñárritu el agraciado por Birdman, que además se alzó como vencedora de la noche con un total de 4 galardones. A la estatuilla del director hay que sumarle las de Mejor Película, Fotografía y guión original.
Sin embargo Michael Keaton, que muchos apuntaban como favorito, se quedó sin premio en favor de Eddie Redmayne, por su rol en La teoría del todo. Si bien hace un gran trabajo encarnando a Stephen Hawking, creo que en esa película brillaba con más fuerza Felicity Jones, por supuesto nominada a Mejor Actriz, pero finalmente fue Julianne Moore la vencedora por su papel en Siempre Alice. Con el Mejor Actor de Reparto sí se cumplieron los pronósticos al recaer el premio en J.K Simmons por Whiplash, película que además ganó también en las categorías de Mejor Montaje y Mejor Sonido.
A Birdman le igualó en número de estatuillas El gran hotel Budapest con los Oscar a Mejor Vestuario, Diseño de Producción, Música y Maquillaje.
Mi favorita de este año era The imitation Game, que finalmente se ha quedado con un solo galardón, el de Mejor Guión Adaptado.
Los Mejores Efectos Visuales y Edición de Sonido fueron a parar a Interstellar y El francotirador respectivamente.
En cuanto a la gala cabe destacar que el número musical de apertura de la misma fue sensacional, mezclando imágenes de películas de todos los tiempos, así como la recreación de escenas míticas en forma de sombras. El presentador Neil Patrick Harris cantaba y bailaba imitando la escena a representar pero su sombra se reproducía con la escena en sí. Por ejemplo, hace el gesto de abrir el paraguas y en su sombra se ve el paraguas de Cantando bajo la lluvia. Todo un espectáculo.
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