La cuarta entrega de la saga precuela del clásico de ciencia ficción El planeta de los simios. Tras El origen del planeta de los simios, El amanecer del planeta de los simios y La guerra del planeta de los simios, llega El reino del planeta de los simios, con un planteamiento muy interesante. La película arranca con la muerte de César y salta en el tiempo varias generaciones después, donde ya nos presentan una sociedad simiesca en la que los humanos han sido sometidos a los simios, con algunas referencias visuales al clásico de 1968, pero todavía no es ese momento, ya que los personajes aún no son los de la película primigenia.
La trama es sencilla: nos cuenta la historia de Noa, un simio perteneciente a un clan que vive en sintonía con las águilas, y del cual su padre es el líder. Al cumplir la mayoría de edad, debe pasar por un ritual y justo en vísperas de hacerlo, la aldea es atacada por otro clan simio liderado por Proximus, un tirano que utiliza el recuerdo y el culto a César para someter a sus súbditos. Noa sobrevive al ataque de su aldea y va tras la pista de Proximus, que ha secuestrado a su madre y a su hermana. En el camino se cruza con Nova, una humana que también va tras Proximus y con Raka, un orangután que enseña a Noa las auténticas enseñanzas de César, que no son un mensaje de miedo y de enfrentamientos, sino de buscar la conciliación para vivir en armonía simios y humanos. Eso añadido a unos fuertes lazos familiares, hacen de Noa un nuevo héroe y líder carismático, un personaje con garra para sustituir a César en la saga.
Es interesante ver cómo un legado que promueve la paz y la concordia puede ser tergiversado por unos para hacer el mal y preservado por otros para hacer el bien. Otro aspecto relevante es el hecho de que todos los personajes son nuevos. Es una época en la que aún no aparecen los de la película clásica y ya han muerto hace tiempo los de las películas anteriores. Eso les hace a los productores tomar un riesgo que se ve poco en las sagas de blockbusters actuales, optar por crear personajes nuevos sin el apoyo de ninguno secundario de las películas anteriores. Y lo cierto es que con Noa y Proximus consiguen dos buenos protagonista y antagonista, con carisma suficiente para captar la atención del público.
Además, la película visualmente es muy potente y muy bonita estéticamente. La dirige Wes Ball, el director de la saga El corredor del laberinto.
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