Documental musical «Summer of soul» |
Una explosión de ritmo desde lo más profundo de las entrañas
El 20 de julio de 1969 era domingo y el hombre llegó a la Luna. «Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad». Pero esa tarde no todo el mundo estaba pendiente de la odisea del espacio. Muchos estaban en las calles de Harlem, Nueva York, disfrutando, sintiendo, la música soul, blues, góspel, del Festival Cultural de Harlem, conocido también como el «Woodstock negro», que duró seis semanas en las cuales cada domingo había concierto a partir de las tres de la tarde. Todos estos conciertos fueron filmados por el productor Hal Tochin, pero esas imágenes no habían visto la luz hasta ahora, en que el productor y director Ahmir "Questlove" Thompson las ha utilizado para llevar a las pantallas el documental Summer of soul.
Artistas como Stevie Wonder, The 5th Dimension, Mahila Jackson, B.B.King, Gladys Knight o Nina Simone, entre otros, pasaron por el escenario de este acontecimiento, pero el documental no se limita a mostrar lo que fue en sí el festival, sino que lo contextualiza perfectamente en el momento histórico en que tuvo lugar, así como en el convulso ambiente social que se respiraba entonces, a través de testimonios de algunos de los artistas participantes y de gente anónima que asistió al evento en su momento, además de contar con imágenes documentales de la época, tanto de noticias relevantes como de escenas costumbristas de las calles de Harlem en aquella época.
En una década marcada por unos problemas de racismo enormes, en la que fueron asesinados dos de los grandes líderes de movimientos pro derechos de los negros, Malcolm X y Martin Luther King, y en que esta comunidad vivía en un barrio marcado por las drogas y la violencia, la música surgía en medio de este caos como la solución a los problemas, como la tabla de salvación. Todo el dolor, la rabia, la ira, la frustración, tenían salida para depurar el alma a través de la música. En un lugar que parecía olvidado de la mano de Dios, la esperanza y las oraciones buscaban al Señor a través de los sonidos instrumentales y vocales, en una explosión de ritmo y unas voces que sacan su fuerza desde lo más hondo de las entrañas. Un grito del alma que en un momento complicado pide desesperadamente que las cosas cambien, porque ya no puede más. Eso es Summer of soul, un puñetazo en la mesa, un «basta ya»; no es solo un concierto, no es solo un documental, es mucho más.
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