Una historia real muy reciente
En los años 90 causó gran impacto el filme de Jim Sheridan, En el nombre del padre, que contaba el caso real de unos irlandeses acusados injustamente por el gobierno británico de pertenecer al IRA en los años 70. La guerra contra el terrorismo es dura, porque no hay campo de batalla, no hay uniformes, el miedo está en el aire en todo momento y el enemigo se encuentra camuflado entre la población civil. Esto provoca que los gobiernos cometan equivocaciones e injusticias, a veces bastante graves e incluso aberrantes, en su lucha contra el terrorismo.
Otro título noventero a tener en cuenta, Algunos hombres buenos, con un impresionante duelo interpretativo entre Tom Cruise y Jack Nicholson, en un drama judicial que ponía de manifiesto la tierra sin ley, o más bien que actúa con su propia ley, que es la prisión de Guantánamo.
Este año, el director británico Kevin MacDonald, responsable de la película experimental Life in a day y la muy interesante El último rey de Escocia, que le valió el Óscar a mejor actor a Forest Whitaker, nos trae, en España directamente a plataformas digitales, The mauritanian, un drama judicial y carcelario que cuenta la historia real de un ciudadano mauritano que por haber tenido vínculos con miembros de Al-Qaeda, resulta sospechoso de haber colaborado como reclutador en el atentado del 11-S y por ello es encerrado en Guantánamo sin un juicio previo. Tras varios años encarcelado sin cargos llega el momento del juicio y los letrados serán Nancy Hollander en la defensa, interpretada en la película por Jodie Foster, y Stuart Couch en la acusación, interpretado por Benedict Cumberbatch. Ambos actores están espléndidos en sus roles, no en vano Jodie Foster ha ganado el Globo de Oro a mejor actriz de reparto por su papel, pero también es de justicia reconocer la convicción con que interpreta al protagonista de la historia el actor Tahir Rahim, conocido especialmente por Un profeta y que ya había trabajado con MacDonald en La legión del águila. También estuvo nominado en los Globos de Oro, aunque finalmente no se hizo con el galardón.
Sin duda, la historia en sí ya es una buena razón para ver la película, pero además cuenta con un buen ritmo narrativo por parte de su director, buenas interpretaciones de sus actores y unos personajes bien trazados y muy positivos. Los dos letrados, cada uno a su manera, se revelan como dos personajes íntegros, fieles a sus principios.
El personaje que hace Cumberbatch es un letrado militar de fuertes convicciones cristianas y que ha sido elegido para llevar la acusación porque un amigo suyo murió en unos de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas. Sin embargo, sabrá llevar el caso anteponiendo sus principios éticos a sus instintos revanchistas.
Por otro lado, el personaje de Foster es una abogada a la que le gusta ser crítica con el gobierno pero siempre con la ley en la mano, una fuerte defensora de preservar ante todo, el estado de derecho, y se mantiene firme en sus convicciones.
En definitiva, The mauritanian es una película muy recomendable por su historia, sus personajes, que resulta agradable de ver, ilustra sobre hechos recientes y tiene un buen contenido para generar debate.
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