Hace 20 años se estrenaba ¡Vaya Santa Claus!, una comedia protagonizada por Tim Allen en la que encarna a un tipo que tras provocarle un accidente a Papá Noel debe sustituirlo para repartir los regalos en Nochebuena. La película gozó de cierto éxito que propició dos secuelas.
Pero si hay una comedia de Navidad familiar y de humor grueso que ha tenido un gran impacto social, hay que remontarse cuatro años más atrás del título anterior, a diciembre de 1990. Ese año se estrenaba Solo en casa, de Chris Columbus, que catapultó al estrellato al niño prodigio Macaulay Culkin. Una familia que se va de vacaciones a pasar fuera la Nochebuena se deja olvidado al pequeño de la casa. El tierno infante tiene entonces que vérselas con dos ladrones que aprovechan las ausencias de esas fechas para robar en el vecindario. Los caricaturescos malhechores estaban interpretados con mucha gracia por Joe Pesci y Daniel Stern.
El enorme éxito de la película dio lugar a una secuela, Solo en casa 2: Perdido en Nueva York, y a varias comedias protagonizadas por Macaulay Culkin, como Mi chica, Niño rico, o Solos con nuestro tío, esta ultima una película de 1989 titulada Uncle Buck, cuya traducción literal es "el tío Buck", pero que en España se estrenó en 1991 bajo el oportunista título siguiendo la estela del éxito.
Desde finales de los 80 y durante los 90, los musculosos actores de cine de acción ochenteno probaron suerte con varias comedias para cambiar su imagen de cara al público, y Arnold Schwarzenegger llegó a hacer incluso una comedia navideña en 1997 titulada Un padre en apuros (Jingle all the way), en la que el fornido actor da vida a un padre que lucha contra viento y marea por conseguir comprar un Turbo Man para su hijo, el juguete de moda que está agotado en todos los establecimientos.
Otra extravagancia cómica navideña fue auspiciada por un director propio del cine de acción, Richard Donner, y un actor con gran desparpajo como Bill Murray, una unión que dio como resultado Los fantasmas atacan al jefe (Scrooged, 1988), una libre versión de Cuento de Navidad de Charles Dickens llevado a la sociedad actual, en la que el famoso Mr. Scrooge se llama ahora Frank Cross y es un arrogante, cínico y despótico ejecutivo de televisión que recibe la visita de tres fantasmas para enseñarle el sentido de la Navidad.
Y para terminar quisiera recordar una película reciente, de 2011, titulada Arthur Christmas, que fue una muy agradable sorpresa en su momento. Se trata de una comedia de animación 3D de los estudios Aardman sobre tres generaciones de Santa Claus, y cómo en la actual generación hay dos descendientes: uno que es el hermano listo, muy profesional, muy técnico, perfecto sucesor de su padre, y el otro, Arthur, el hermano torpe al nadie hace caso pero que finalmente es quien mejor entiende el espíritu de la Navidad.
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