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domingo, 26 de octubre de 2014

Pacino y De Niro: paralelismos y convergencias

Al Pacino y Robert De Niro son dos grandes indiscutibles de la gran pantalla que además se han granjeado sendas carreras cinematográficas encarnando personajes con registros similares, especialmente mafiosos. Ambos nacieron en Nueva York, Pacino tres años antes que De Niro. Ambos son de ascendencia italiana, Pacino de padres italianos y De Niro con ancestros de Italia por la vía paterna y con mezcla de sangre de varios países europeos por parte de madre. Ambos debutaron a finales de los años 60 y forjaron su fama en la industria del cine durante la década de los 70.

Pacino ha encarnado a mafiosos en películas como la saga de El Padrino, El precio del poder, Atrapado por su pasado, Donnie Brasco, e incluso hizo de mafioso de cómic en la adaptación a la pantalla de las viñetas de Dick Tracy. También hacer de policía le ha ayudado a fraguar su carrera con títulos como Serpico, A la caza, o Melodía de seducción. Curiosamente, a pesar de haber sido nominado varias veces a los Premios de la Academia, su único Oscar le llegó por un personaje que no tiene que ver con estos registros. Recibió la estatuilla por Esencia de mujer, un drama en que encarna a un oficial del ejército retirado, ciego y con un carácter muy difícil que le hace llevarse mal con todo el mundo, incluso con su familia.

De Niro ha sido mafioso en títulos como Uno de los nuestros, Casino, Érase una vez en América, Los intocables de Elliot Ness, e incluso se ha autoparodiado en este tipo de registro con la comedia Una terapia peligrosa. Ha sido galardonado por la Academia de Hollywood en dos ocasiones: la primera como Mejor Actor Secundario por El Padrino II, en la que encarna a Vito Corleone de joven, y la segunda como Mejor Actor Principal por Toro salvaje, donde encarna al boxeador Jake LaMotta.

Pero aparte de sus triunfos por separado sus filmografías tienen tres títulos en común:

1. El Padrino II (Francis Ford Coppola, 1974): es la primera vez salían ambos en una película pero por separado. El film se compone de dos historias narradas en paralelo: por un lado la juventud de Vito Corleone, cómo llegó a Estados Unidos y sus comienzos en la mafia. Por otro lado la historia de Michael Corleone, sucesor de su padre don Vito, dando continuidad a la primera entrega de la saga. De Niro es don Vito de joven y Pacino es Michael, por tanto trabajan en la misma película pero sin compartir ni un solo plano, ya que protagonizan historias distintas dentro del film. Como anécdota cabe citar que De Niro se había presentado al casting de la primera parte haciendo la prueba para el personaje de Sonny Corleone, papel que finalmente encarnó James Caan.

2. Heat (Michael Mann, 1995): había gran expectación cuando se estrenó esta película, ya que era la primera vez que ambos actores iban a compartir escena. En los títulos de crédito iniciales aparecen ambos nombres a la vez en pantalla. La película es excelente thriller policiaco en el que De Niro encarna al líder de una banda de atracadores de bancos y Pacino al policía que les sigue la pista. Durante el film policía y ladrón se van presentando en paralelo, de manera que hasta la mitad de metraje no coinciden en una misma escena, el gran momento esperado por todos. La película goza de muy buen pulso narrativo y un memorable tiroteo en plena calle espléndidamente rodado, con unos efectos de sonido que sumergen al espectador en pleno fuego cruzado. El resto del reparto se beneficia también de otros rostros conocidos como Val Kilmer, Ashley Judd, Natalie Portman, Tom Sizemore ó Jon Voigh.

3. Asesinato justo (Jon Avnet, 2008): thriller en que ambos encarnan a dos policías veteranos de Nueva York, compañeros y amigos desde hace años, que se encuentran investigando un caso de asesinatos en serie. La película en sí es un thriller más, que no ofrece nada nuevo. Correctamente realizado, se deja ver con agrado y su mayor atractivo es el de ver trabajar juntos de nuevo a Pacino y De Niro.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Para jugar a ser productor de cine

La marca Ragora Juegos lanza al mercado un juego de cartas para todos los públicos titulado El Productor de Cine. Se basa en el oficio de producir películas.

Como ya había hablado hace algún tiempo en el artículo El productor es el protagonista, el trabajo de los productores consiste en coordinar a todos los implicados en una película para llevar a buen puerto el proyecto. Buscan financiación, planifican el rodaje, contratan a los artistas y técnicos que van a participar, etc.

Partiendo de esta premisa el juego de cartas presenta varias profesiones cinematográficas (director, actores, decorados, guionista, etc) para varios géneros (comedia, drama, aventuras, etc). Cada naipe es un oficio o profesión de manera que cada jugador es un productor que debe juntar las cartas necesarias para componer una película. Según la envergadura del proyecto puede haber producciones normales o superproducciones, y eso también lo plasma el juego en función de las distintas combinaciones que se hagan con las cartas.

Este es el vídeo promocional/demostrativo de Galax Pictures para Ragora Juegos. Con todos ustedes, El Productor de Cine:

domingo, 12 de octubre de 2014

Héroes sin viñetas

No hay duda de que las adaptaciones de los cómics de superhéroes a la gran pantalla son el gran filón de la industria cinematográfica de Hollywood en la actual era dorada de los efectos visuales digitales. Los personajes creados hace 3 ó 4 décadas por los reyes del Noveno Arte, especialmente Marvel y DC Comics, están viviendo una renovación en sus versiones cinematográficas desde hace ya unos años, y todavía les queda fuelle para rato viendo los proyectos que se avecinan.

Sin embargo no sólo de viñetas se nutre el universo de superhéroes en el cine. Por eso expongo a continuación cuatro casos de héroes creados especialmente para la gran pantalla, sin un pasado sobre el papel:

1. Condorman (1981): es una producción de Walt Disney protagonizada por Michael Crawford, Barbara Carrera, James Hampton y Oliver Reed. Un dibujante de cómics, a quien le gusta experimentar en la realidad lo que plasma en sus historietas y cuyo principal personaje es un héroe llamado Condorman, hace un favor a un amigo que trabaja para la CIA. Durante la operación conoce a una espía rusa y él se hace pasar por agente usando Condorman como nombre clave. Posteriormente la espía rusa decide desertar y recurre a la CIA solicitando que sea Condorman quien la ayude a escapar. Gracias a los recursos de la CIA el dibujante consigue utilizar en la realidad los artilugios que había diseñado para su personaje.

La película toma como base la novela The game of X, de Robert Sheckley, publicada en 1965, en la que el protagonista es un desempleado que es reclutado por el Servicio Secreto británico para una sencilla operación y se convierte en espía con el nombre de Agente X al ser requerido por un espía ruso para que le ayude a desertar. El propio Sheckley escribió después la novelización de la película.

2. Darkman (1990): antes de que Sam Raimi adaptase a Spiderman, había ya creado su propio superhéroe. Escribió el guión, junto con Ivan Raimi, Chuck Farrer, Daniel Goldin y Joshua Goldin, y dirigió esta película protagonizada por Liam Neeson y Frances McDorman, que cuenta la historia de una venganza. La música corre a cargo de Danny Elfman, compositor habitual tanto de Raimi como de Tim Burton.

Un científico ha descubierto una fórmula para crear réplicas de la piel humana sintetizada en laboratorio. El único problema que tiene es que el material se degrada con la luz, de manera que cada prótesis que utiliza sólo se mantiene estable durante unos 100 minutos. Tras un brutal ataque de una banda mafiosa a su lugar de trabajo, es dado por muerto pero sobrevive con el rostro totalmente desfigurado. Entonces se convierte en un oscuro personaje sediento de venganza para la cual utilizará su propia tecnología poniéndose el rostro de distintas personas. No tiene cara propia pero puede ponerse la de cualquiera.

3. El protegido (Unbreakable, 2000): también el cineasta M. Night Shyamalan creó su propio universo de superhéroes en el cine. El protegido expone una teoría según la cual la historia se transmite a través de los cómics y los héroes son personas especiales cuya vida tiene sentido gracias a la existencia de un villano que represente la otra cara de la moneda de esas cualidades que lo hacen diferente a los demás. Un guarda de seguridad es el único superviviente de un accidente de tren. A partir de ahí conocerá a un enigmático hombre que padece la enfermedad de los huesos de cristal y que le introducirá en sus teorías sobre la cultura de los cómics.

Si habitualmente las películas de superhéroes se caracterizan por tonos coloristas, efectos visuales espectaculares y ritmo trepidante, El protegido es todo lo contrario: paleta de colores apagados, sin efectos deslumbrantes y ritmo narrativo pausado. Película muy interesante, única, rara, protagonizada por Bruce Willis y Samuel L. Jackson, que ya habían trabajado juntos cinco años atrás en Jungla de cristal: La venganza.

4. Los Increíbles (The Incredibles, 2004): Brad Bird escribe y dirige su propio film de superhéroes en una ágil, dinámica y espectacular aventura de animación 3D sobre una familia de superhéroes en la que cada uno tiene un poder especial.

En una época en la que los héroes con superpoderes gozan del favor de los ciudadanos, varias demandas de algunos de ellos afectados por las acciones de Mr. Increíble, el más popular de los héroes, hace que el gobierno les prohiba seguir usando sus poderes y sean condenados al ostracismo. Deben entonces vivir en el anonimato como personas normales. Quince años más tarde Mr. Increíble se ha casado con Elastigirl y tienen tres hijos. Muchos de sus compañeros del pasado han desaparecido misteriosamente y un día lo reclutan a él para una secretísima misión.

Parte de una base argumental similar a la de Watchmen pero en versión familiar y para todos los públicos. El estilo del film bebe de diferentes fuentes de manera que combina con asombroso equilibrio la comedia familiar con el cine de espías sofisticado tipo 007 y el espíritu del cine de aventuras de toda la vida.

domingo, 5 de octubre de 2014

Hace 60 años...1954

A primeros de año escribí sobre los inicios de varias sagas que comenzaron en 1984 y que por tanto se cumple este año su trigésimo aniversario. Si nos vamos 30 años más hacia atrás en el tiempo llegamos a 1954, y curiosamente también fue un año lleno de títulos interesantes que han dejado huella en la historia del cine.

Un año de clásicos internacionales en blanco y negro: desde Japón Los 7 samuráis, el film de Kurosawa que propiciaría 6 años más tarde otro clásico del cine en su versión hollywoodense adaptada al salvaje Oeste con Los 7 magníficos (1960). En Italia Fellini estrenaba La Strada, y en Estados Unidos Elia Kazan La ley del silencio, protagonizada por Marlon Brando, Karl Malden y Eva Marie Saint, la inolvidable Eva Kendall de Con la muerte en los talones (1958).

Y hablando de Alfred Hitchcock, el mago del suspense estrenaba dos títulos relevantes de su filmografía hace 60 años: Crimen perfecto y La ventana indiscreta, ambas películas con Grace Kelly como protagonista femenina.

1954 fue el año del debut de Sara Montiel en Hollywood con el film Veracruz, de Robert Aldrich, acompañada en la pantalla por Gary Cooper y Burt Lancaster. Un extraordinario western ambientado en plena revolución juarista en Mexico a través de las peripecias de pistoleros estadounidenses que se metían en el conflicto como mercenarios prestando su servicio al bando que mejor pagase. Burt Lancaster estrenaba ese mismo año Apache y Su majestad de los mares del Sur, un clásico de aventuras marinas.

Aunque para odiseas en el mar ese año dio la campanada Walt Disney con 20000 leguas de viaje submarino, adaptación de la célebre novela homónima de Julio Verne. James Mason encarnaba al enigmático capitán Nemo, compartiendo protagonismo con Peter Lorre y Kirk Douglas. Este último también se dejó ver en la cartelera y en ambiente marino ese año con la producción italiana Ulises, de Mario Camerini, secundado por Silvana Mangano y Anthony Quinn.

Hablando de barcos también entra en este aniversario El motín del Caine, de Edward Dmytryk, título emblemático de la filmografía de Humphey Bogart, que también estrenaría la comedia Sabrina, de Billy Wilder, junto a Audrey Hepburn y William Holden, y La condesa descalza, coprotagonizada por Ava Gardner.

Y para terminar el curioso caso de dos producciones de aventuras estrenadas el mismo año con cierto paralelismo argumental: Cuando ruge la marabunta y La senda de los elefantes. En ambos casos se trata de un terrateniente con una plantación en un país tropical, que se casa y su mujer debe adaptarse al nuevo mundo agreste y solitario en que vive su marido. Todo ello en los albores de que la hostilidad de la naturaleza amenace con destruir la plantación.

En el primer caso la plantación es de cacao en Sudamérica y la amenaza de la naturaleza es la marabunta, una cantidad ingente de hormigas migratorias que avanzan en masa arrasando todo lo que encuentran a su paso. Protagonizan Charlton Heston y Eleanor Parker. En la segunda película se trata de una plantación de té en Ceilán, actualmente Sri Lanka, que se ve amenazada por una estampida de elefantes enloquecidos por la sequía. El terrateniente y su mujer son encarnados por Peter Finch y Elisabeth Taylor respectivamente.