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viernes, 29 de agosto de 2014

La veteranía es un grado

Stallone y sus amigos han vuelto: Los mercenarios 3. En esta ocasión deben enfrentarse con un antiguo miembro del grupo que se pasó al lado oscuro y al que creían muerto. Tras un primer enfrentamiento uno de ellos cae herido y el bueno de Stallone, actuando cual patriarca, se preocupa por sus chicos y decide que para esa misión debe contratar a un grupo más joven que su habitual caterva de veteranos colaboradores.

Repiten desde la primera entrega Jason Statham, Randy Couture, Dolph Lundgren, Jet Li, Schwarzenegger y Terry Crews. Por otra parte hay nuevos fichajes tanto de la vieja como de la nueva escuela. En el comando de nueva generación encontramos a Kellan Lutz, salido de la saga Crepúsculo, Glen Powel, secundario en El caballero oscuro: la leyenda renace, y los debutantes Ronda Rousey, una deportista de lucha libre femenina que entra en el mundo del cine con esta película, y Víctor Ortiz, que también debuta en la gran pantalla.

Por otro lado tenemos a Wesley Snipes, que encaja como un guante en el grupo, Antonio Banderas, que tiene el papel más cómico de la función, y lo hace muy bien encarnado a un ex-legionario español, Mel Gibson, haciendo de villano con gran peso en pantalla a pesar de que sobre el guión el personaje apenas tiene trazo, Kelsey Grammer, que hace de reclutador, y finalmente tenemos a Harrison Ford sustituyendo a Bruce Willis como director de la Agencia que encarga las misiones a estos soldados de fortuna.

La veteranía es un grado y se nota. De hecho las bravatas de los más jóvenes queriendo hacerse los duros palidecen sin remisión ante las chulerías de sus mayores curtidos en mil batallas. Sigue funcionando como un reloj la fórmula de autoparodia mezclada con tiros y explosiones a la antigua usanza. Dirige en esta ocasión Patrick Hughes para el cual este es su segundo largometraje tras Red Hill, película de bajo presupuesto que llamó la atención de Stallone y decidió ver lo que podía hacer este chico con más medios técnicos.

Globalmente dentro de la saga se puede decir que esta es la más floja de las tres, pero con muy poca diferencia. Mantiene bien el tipo, pero el problema es que no ofrece nada nuevo relevante. La primera entrega tiene el mérito precisamente de ser la primera. Los mercenarios 2 pulía los defectos técnicos de la anterior y mantenía el tono que la hacía atractiva. En esta tercera parte el tono se mantiene y la técnica sigue siendo buena. Se ha pretendido aportar el valor añadido de introducir el tema del relevo generacional, pero ese distintivo no acaba de funcionar porque los más jóvenes resultan algo sosos al lado de las viejas glorias, de modo que entre los nuevos fichajes se alzan como grandes triunfadores Mel Gibson como villano y Antonio Banderas como cómico. Así pues queda una nueva estupenda película de acción ochentera orquestada por Stallone para los seguidores del género. Personalmente me ha gustado y lo he pasado muy bien.

sábado, 16 de agosto de 2014

La magia de la música en Nueva York

El director irlandés John Carney, artífice de Once, debuta en Hollywood con nuevo musical callejero titulado Begin again. Protagonizan Mark Ruffalo y Keira Knightly, ambos sensacionales, pero especialmente Ruffalo, que está para que le den un Oscar.

Se trata de un productor musical con un matrimonio arruinado y una hija adolescente conflictiva que un día toca fondo perdiendo incluso el trabajo en la compañía que él mismo fundó años atrás. En plena caída recupera la inspiración al oír cantar en un bar a una chica que compone canciones y está a punto de abandonar Nueva York por un bache en su vida amorosa. Dos talentos en momentos bajos de ánimo que se encuentran y empiezan a crear algo único.

La película habla sobre el talento, la música, la autenticidad del artista frente a la maquinaria industrial, pero también sobre la amistad y las relaciones de pareja, concediendo especial importancia a los problemas matrimoniales y la educación de los hijos en tales circunstancias.

Tiene momentos muy emocionantes y otros muy divertidos. Mantiene bien el ritmo durante todo el metraje y maneja correctamente los cambios de la narración en tiempo pasado y presente. Al igual que en Once, no se trata de un musical al uso en que la canción sustituye al diálogo, como en Amanece en Edimburgo, otro musical de ambiente urbano y tono realista, sino que los personajes cantan porque son cantantes, pero las canciones tienen que ver con su estado anímico y lo que está pasando en cada momento de la historia.

Otro ejemplo más de que el realismo y la magia no son incompatibles, siempre y cuando se mezclen adecuadamente, lo cual no es fácil, pero John Carney lo consigue.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Refrescante cóctel veraniego de "pringaos" espaciales

Gracias a Sensacine por la premiere de la nueva producción de Marvel Los guardianes de la galaxia. El evento tuvo lugar en el cine Callao de Madrid y la película llegará a la cartelera mañana, 14 de agosto.

El género de ciencia ficción es muy extenso y prolífico dando lugar a muchas variedades: viajes en el tiempo, distopías futuristas, mad doctors, y por supuesto están las space opera, lo que solemos llamar "una del espacio". Incluso dentro de éstas están aquellas que tratan de alienígenas que vienen a la Tierra y otras que se desarrollan en galaxias muy, muy lejanas. Pero además existe otra variedad que consiste en parodiar este tipo de films, o simplemente mezclar lo sideral con lo humorístico. Serían algo así como "comedias espaciales" o "space opera cómicas". Ejemplos de este tipo de películas son La loca historia de las galaxias (Spaceballs), Héroes fuera de órbita (Galaxy quest), Paul, o la saga de Los Hombres de Negro (Men in Black). En este estilo de cine se enmarca el pelotazo veraniego de Marvel de este año: Los guardianes de la galaxia (Guardians of the galaxy).

La trama versa de un grupo de "pringaos", como se les denomina en la película, que se ven obligados por las circunstancias a trabajar juntos para sobrevivir y evitar que un malo malísimo destruya un planeta entero. La película combina hábilmente la comedia con un espectáculo visual apabullante. Estéticamente está muy trabajada y perfectamente ambientada. El ritmo narrativo es trepidante y no decae en ningún momento. Es como una montaña rusa espacial.

Los personajes, aunque no sean de gran calado, están perfectamente definidos y diferenciados unos de otros. Cada uno tiene sus momentos de gloria con un tipo de humor acorde a su propio carácter.

Protagoniza Chris Pratt, al que se ha podido ver en títulos como Moneyball, La noche más oscura, o Her. Aquí encarna a un pícaro forajido espacial que se hace llamar a sí mismo Star Lord pero nadie lo reconoce por ese apodo. Le acompaña Zoe Saldaña, actriz más curtida en la ciencia ficción reciente, ya que hemos podido verla en Avatar y las dos entregas de la nueva saga de Star Trek dirigidas por J.J. Abrahms. En este caso encarna a Gamora, una letal guerrera galáctica. Con ellos van también dos criaturas generadas por ordenador: Rocket, un mapache parlante e inteligente fruto de un experimento de laboratorio, y Groot, una especie de árbol humanoide. A estos personajes les ponen voz en la versión original los actores Bradley Cooper y Vin Diesel respectivamente. Completa el quinteto protagonista Drax el Destructor, interpretado por el fornido actor Dave Bautista, visto anteriormente en Riddick y El hombre de los puños de hierro. Entre los secundarios podemos encontrar rostros conocidos como Glenn Close, Benicio del Toro, John C. Reilly o Michael Rooker.

Escribe y dirige todo el tinglado James Gunn, cuyo anterior trabajo fue uno de los segmentos de la comedia Movie 43.

En resumen estamos ante un cóctel veraniego de lo más refrescante compuesto de risas, aventuras espaciales y un despliegue de efectos digitales realmente espectacular.

viernes, 8 de agosto de 2014

Lo peor sigue siendo el título

En 2010 se estrenaba Cómo entrenar a tu dragón y ya en ese momento dije que el título era lo único malo que tenía la película. Ahora llega la secuela y sigue en la misma línea. Se titula Cómo entrenar a tu dragón 2, y el contenido del film se mantiene a la altura de su predecesora tanto a nivel técnico como en el calado emocional de sus personajes.

Se refuerzan los temas tratados en la anterior como la conciliación por el diálogo en vez de por la fuerza, los vínculos afectivos entre padres e hijos, en este caso tocando la fase de la madurez de los vástagos, encontrar la propia identidad de uno mismo sin descuidar las responsabilidades que se deben asumir en la vida. Pero sobre todo el gran tema de la historia sigue siendo la amistad. Se refuerza incluso el mensaje sobre cómo tratar a tu mascota. La convivencia entre vikingos y dragones es tal que se trasluce un fuerte sentimiento amistoso ya no sólo entre humanos sino también entre éstos y sus respectivos animales lanzallamas de compañía. Es posible que alguno vea a su perro o a su gato con otros ojos después de disfrutar con esta delicia animada de la factoría Dreamworks.

La trama nos lleva a mostrarnos el lado oscuro del entrenamiento de los dragones. Mientras en la aldea del protagonista todos conviven en armonía con estos seres mitológicos, en otro lugar un siniestro guerrero también trata de amaestrarlos pero no con fines pacíficos sino para controlarlos y formar un ejército con el que conquistar y dominar otros territorios.

La película ofrece unas secuencias aéreas espectaculares, y además se recrea en las mismas. Gran parte del metraje transcurre en el aire. Es trepidante, divertida, entrañable y, en alguna que otra secuencia, emocionante. Otro de los grandes títulos del verano junto con El amanecer del planeta de los simios.