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La vida está llena de casualidades, algunas de ellas muy curiosas, y en el mundo del cine como en la vida encontramos anécdotas que se antojan cuanto menos interesantes. Stanley Kubrick, considerado uno de los grandes directores del celuloide, y Ed Wood, oficialmente el peor director de la historia del cine, debutaron en 1953 con Fear and desire y Glen or Glenda respectivamente. Ambos proyectos eran bastante psicológicos. Mientras Kubrick se adentraba en los miedos y paranoias de unos soldados perdidos en un bosque tras las líneas enemigas, Wood trataba el tema de la identidad sexual y el travestismo. Ambos debutaban sin medios y buscando impactar al público con algo atrevido, oscuro, escandaloso, indagando en el lado más sórdido del ser humano. Sin embargo ninguno triunfó con su opera prima.
Curiosamente Kubrick llegó a renegar de Fear and desire mientras que Wood estaba orgulloso de Glen or Glenda. A partir de aquí los caminos de ambos autores evolucionaron de forma totalmente divergente. Varias películas de Kubrick están consideradas obras maestras, como 2001: Odisea del espacio o Senderos de gloria, por citar un par de ejemplos, aunque personalmente mi favorita es Barry Lyndon. Por otra parte la obra maestra de Ed Wood, Plan 9 del espacio exterior, está considerada como la peor película de la historia.
Kubrick se forjó la fama de ser uno de los directores más perfeccionistas mientras que Wood ha sido uno de los más chapuceros. Su forma de rodar la muestra Tim Burton en una de sus mejores películas: Ed Wood, un personal biopic en el que Johnny Depp encarna con asombrosa convicción al controvertido director. La película ganó dos Oscar: Mejor Maquillaje y Mejor Actor secundario para Martin Landau, que interpreta a la estrella del cine de terror Bela Lugosi en sus últimos tiempos.
Hace 60 años dos directores neoyorquinos debutaron en el cine con obras mediocres. Con el tiempo uno ha sido de los mejores, y el otro de los peores. Así es el cine, así es la vida.
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